El ojo de Horus

Lo primero es saber dónde está Egipto.

Hemos cogido nuestro globo terráqueo y con mucho cuidado nos hemos desplazado desde el poblado tuareg en el desierto del Sahara hasta el gran Río Nilo.

¡Vaya sorpresa!

Resulta que los antiguos egipcios también vivían en el desierto del Sahara sólo que un poco más alejados.

Para saber más hemos visto este video:

Lo interesante es ir parándolo poco a poco para ir resolviendo las dudas de mis niños y niñas y explicándoles algunas cosillas.

A parte de las momias, les llamó la atención los faraones, los tesoros, las pirámides y la forma de pintarse los ojos.

Los egipcios creían en el Ojo de Horus como amuleto protector y purificador desde que el dios Horus revivió a Osiris.

Así que hemos colocado en la clase un ojo de Horus en la puerta para nos proteja (aunque no creamos en ello) y nos hemos pintado. ¿Qué guap@s?