Poco a poco y sin darnos cuenta se ha ido terminando todo.
Hemos ido terminando las actividades, los juegos, los libros, las libretas... y nos hemos graduado, ese momento en que dejamos de ser niños y niñas de infantil para convertirnos en niños y niñas de primaria.
Tenemos mucha ilusión por nuestro futuro pero al mismo tiempo se nos une alegría por el cambio por nostalgia de lo que dejamos atrás.
Pero una cosa está clara: hemos vivido nuestros mejores tres años y si alguna vez se olvida ahí estarán nuestros padres para recordarlo.
Todo tiene un principio y un fin.
¡Hasta siempre!
...YO NO TE OLVIDARÉ.
Un millón de gracias por todo Victoria. Fue un año fantástico.
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